viernes, 8 de febrero de 2013

Mi Infancia (segundo acto)

El maicillo crujía fuerte a mis pies, se necesitaba pisar fuerte para no resbalar y poder empujar el carretón lleno de maletas y bultos de los veraneantes que recién llegaban a Isla Negra, recibía con gusto las propinas de los fletes. Nunca fue mucho pero me permitía ir en las tardes a los flippers con los cabros y quizás tomar una bilz o comprar un par de pan de huevo. Aparte tenia que realizar algunas tareas menores como cortar leña y acompañar a la hermana de mi abuela a San Antonio para cargar las cajas con las compras, lo demás era ocio, ese ocio del bueno, lleno de juegos, aventuras y expediciones "Buenos días señor litre" era el santo y seña para poder pasar sin enconcharse entremedio de las quebradas llenas de esos árboles, creo que nunca deje de tener costras, si siempre tuve costras por las caídas, rasguños con ramas o rocas y mas de algún moretón por culpa de patadas y manotazos en esas pichangas de potrero donde el mínimo era unos 20 por lado, "último gol gana todo" gritaban, y cuando la cosa se calentaba demasiado volaban las bostas de vaca. Un año, no recuerdo cuál... llegué a Isla Negra igual que siempre de esas vacaciones de escolar, pero ya no divertido, no quise salir ni a jugar y a ganarme unos pesos con el carretón, pasaba las tardes en las rocas escuchando música con un personal estéreo, rayado las rocas con carbón o simplemente leyendo, los cabros me pasaban a buscar pero yo me excusaba. Seguro ya había dejado de ser niño, de seguro ahora era adolescente.

Toma legítima


Decidí vivir en una plaza. Tómame como un orate, un inadaptado, tómame como un flojo, di lo que quieras de mí. Pero ya ando buscando mi plaza, sueño con que tenga un bebedero en buen estado, un par de árboles cómodos para estar en sus copas, una banca con orientación norte para que en las tardes de primavera me llegue el sol y que tenga un glorieta con rosales para poder recibir visitas. Necesito ser libre, vivir con un techo de estrellas, deambular por las calles del centro en las tardes de verano. Me niego a vivir frente a un computador para poder pagar el dividendo o los gastos comunes.
Te invito a que seamos vecinos, tómate la plaza de más allá y si no te parece filo, pero no me vengas con tus dramas de cubículos que yo ya no quiero saber de eso.


Alumbrado Público

Juro por todo lo sagrado, que mirando la luna, la vi pestañear varias veces hasta que finalmente su luz se extinguió... de inmediato me envolvió la oscuridad y  en un ataque de horror mire para todos lados buscando ayuda, pero nada, creí haberme vuelto loco, quizás fue una nube, pero ahí estaba el cielo despejado con todas sus estrellas, pero sin la luna, corrí varias cuadras buscando a alguien que me pudiera ratificar lo que había sucedido, en eso divise a un grupo de personas saliendo de un edificio a un par de cuadras, corrí hacia ellos, agitando los brazos y  gritando que la luna ya no estaba...y tropecé miserablemente, cayendo como saco de papas en la vereda, ahí tirado remplazando el susto por la vergüenza, un hombre con mucha amabilidad extiende su mano y  me ayudo a incorporarme. Tranquilo me dijo ya la reparamos, solo fue el filamento de wolframio, mientras me indicaba el cielo. Miro hacia arriba y ahí estaba en su esplendor máximo en su fase llena, mas brillante que nunca, emocionado la contemple por un par de segundos hasta que recordé al hombre al lado mio, me gire para hablarle y como en todo este tipo de historias ya no estaba. Desde ese día deje de creer en los supuestos.




Derrame

La presión subía, las guitarras tranquilizaban los ruidos de mi conciencia, el hielo se hacia agua en el whisky, mi mirada pegada en el techo, una polilla golpeaba la ventana con entupida insistencia. La presión subía, un sorbo al whisky, otro sorbo, el dorado liquido del vaso, el vaso frío sobre mi pecho, miraba el cielo raso, la presión subía, el calor agobiante, las guitarras se silenciaron, la presión subía,  la aguja solo entregaba ruido de ese ruido cíclico, la presión subía, el latido arrítmico de mi corazón se hizo presente, la presión subía, empecé a escuchar los gritos de mi pensamiento, la presión subía, levanto de mi pecho el vaso de whisky doy un sorbo, estaba tibio. Trate de incorporarme, no puede, la presión subía. Mis ojos se nublaron, el vaso rodó de mi mano, mis sentidos se apagaron, mi mente se apago. Derrame.


Bienvenida

Comienzo este nuevo espacio dándoles la bienvenida. Hace ya un tiempo vengo escribiendo con cierta regularidad, incluso publicando mis escritos y varios de mis cuentos como notas en facebook, pero este trabajo solo se difundía entre mi circulo de amistades y conocidos, entonces por recomendación de varios amigos decidí tirarme al agua y tener un espacio publico donde cualquier internauta pueda toparse con mi trabajo, espero que disfruten de mis escritos y reflexiones.